El pueblo bribri constituye uno de los grupos étnicos más numerosos de Costa Rica. Aunque la distribución de los pueblos autóctonos costarricenses antes de la conquista no es muy conocida actualmente, se tiene certeza de que tanto los bribris como los cabécares estaban asentados en la Cordillera de Talamanca. El sistema social se basaba en el cacicazgos. Su población actual se calcula en 10.000 personas. La siguiente descripción la ofrecen Carla Jara Murillo y Alí García Segura y fue tomada del Blog Cuasran.
El universo bribri consta de cuatro grandes divisiones cosmológicas:
El mundo de Sibú, del Mar, Trueno y Sol, está arriba;
la tierra, el mundo de los hombres, animales, plantas, los dueños de los animales, los diablos y otros enemigos de la Semilla (los que no son bribris), está abajo;
el mundo inferior, donde vive SuL, y
el cuarto plano, que es el punto de contacto de los otros tres planos, que es el lugar debajo de donde nace el sol, de donde vienen las cosas buenas y malas que pasan en la tierra.
El mundo está gobernado por espíritus buenos, malos y perversos, principios divinos para los cuales no se tienen representaciones materiales, son seres caprichosos y poco tratables, a quienes se les teme pero no se les respeta.
Tanto los espíritus buenos (SuL), como los espíritus malos (Bi), habitan las partes menos frecuentadas del bosque; a veces son invisibles, y otros aparecen bajo la forma de animales tales como dantas, serpientes y otros. Parece que el calificativo de espíritus buenos haya que reservarlo especialmente para los espíritus auxiliares de los chamanes; entre ellos se destaca Dular.
En el principio del bien y del mal, éste está representado por los Bi y los a, nombre genérico de seres sobrenaturales o fuentes de poder sagrado, que llevan a constituir un tabú y cuya violación puede acarrear hasta la muerte. Se trata de no contrariarlos y no puede decirse que no se les rinde culto alguno.
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