Este blog desea servir de vehículo de encuentro y de divulgación de los mitos latinoamericanos, para contribuir a que los antiguos personajes y situaciones simbólicas arquetípicas se contacten de nuevo con nuestras conciencias, despertando esa antigua habilidad que tenían nuestros antepasados de leerlas intuitivamente y de servirse de ellas como alimento espiritual. Para contextualizar el tema recomendamos iniciar con las lecturas de Pueblos indígenas en Latinoamérica, Pueblos indígenas en Colombia, Sentir Indígena, Definición de Mito,Consecuencias de olvidar los mitos, Mitos en Latinoamérica, Formas del Mito y Mitos de Creación. En estos últimos se desea hacer un especial énfasis.


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lunes, 25 de agosto de 2008

Colombia - Mito Guanano - El Sol y su hijo

Los Guanano, Kotíriâ o Decosirumara son una etnia indígena que habita a ambos lados del río Vaupés en el departamento de Vaupés, Colombia, y el estado de Amazonas, Brasil. Son unas mil personas. Este relato del Sol y su hijo es muy conocido por los grupos étnicos de la región y territorios aledaños: tukanos, desanos, tarianos, piratapuyos, y barazanos, entre otros. Es un mito tomado de la web del SINIC:
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Cerca de la Laguna de Tarira (Pez Dormilón) estaba internado Diádoe, a quien debe su nombre la laguna. Cerca del lugar vivía el mítico Sol con su hijo y algunas familias relacionadas con la maloka.
Diádoe era familiar del padre de los pescados, llamado Vaí Deyu, que en esa época vivía en Waracapurí, por el caño piña (ahora conocido como caño viña). Estando en caño sol, el Sol se iba de pesca a la laguna de Diá Doe Dijtara llevando siempre consigo su hijo, que estaba lleno de granos y heridas en la piel, pero que se pensaba fuese un estado normal en la época de la infancia.
Aunque parezca absurdo, el padre Sol, utilizaba al niño como carnada de pesca. A pesar de llevar siempre consigo arco y flecha, cuando llegaba a la laguna, colocaba al hijo encima de una camareta, lo tendía a ras del agua y con las uñas le pinchaba algunas de las heridas para que goteara la sangre. El olor de la sangre atraía a los peces, que se acercaban para comer o lamer la sangre y en ese momento el Sol los flechaba, aunque tenía la restricción de no matar más de cuatro o cinco pescados antes de regresarse a la maloca.
Cada vez que se iba de pesca hacía lo mismo. Sus compañeros de la maloca también se iban de pesca pero no conseguían nada, por lo tanto comenzaron a sospechar de la pesca de aquel y murmuraba la gente:
- “¿Por qué será que el Sol, sale para la pesca y coge pescados al ratico? – debe tener chundul (pusanga) para pescado...”.
Para aclarar sus dudas, la gente buscaba la manera para dialogar con el hijo del Sol; querían saber con qué carnada o de qué manera estaba pescando el Sol. Un buen día, el padre sol descuidó a su hijo y se fue para la chagra diciéndole al niño que si alguien venía a preguntar por él no respondiera ni dijera nada. Tan pronto los demás se dieron cuenta de que el Sol se había marchado, sin perder un segundo, se fueron a buscar al hijo y le preguntaron:
- “¿Su papá cómo hace para coger pescado tan rápido? ¡cuéntenos o si no lo matamos!”
De puro susto el niño fue contándoles cómo era que pescaba su papá. Les contó que cada vez que iba de pesca le llevaba a la laguna, que allá le dejaba encima de una camareta bien a ras del agua y le hacía salir sangre de las heridas, lo que atraía a los pescados.
- “Mi papá los flecha” les comentó el niño, inocentemente.
Entonces, al oír el relato del niño, los pícaros dijeron:
– “Llevemos al niño a la laguna a ver si es cierto...”.
Al llegar a la laguna le preguntaron:
- “¿Dónde está la camareta?”.
El niño la mostró indicándoles los pasos a seguir, y lógicamente, comenzaron a llegar los pescados atraídos por el olor de la sangre. Los hombres comenzaron a flechar los pescados sin saber cuántos tenían que matar cogiendo más de la cuenta. Descuidaron al niño y en el momento menos pensado llegó el papá de tariras, Diá Doe, y de repente se tragó al niño. Así, tuvieron que regresar a la maloka con muchos pescados pero sin el hijo del Sol.
El Sol, al regresar de la chagra, no encontró a su hijo. Sospechando que los parientes habían hecho algo indebido. Al saber la verdad se puso muy furioso y decidió ir a matar al papá de tariras, pero el mítico había decidido huir del lugar antes de que sucediera algo en contra de su voluntad. El Sol planeó ponerle trampas en varios lugares y en Las Cachiveras del río Vaupés para que, al huir, cayera en ellas. A partir de esta tragedia y por la huida de Diádoe, se originaron varias cachiveras con sus respectivos nombres, consideradas como lugares sagrados existentes en diferentes partes del río Vaupés y sus afluentes.
Diádoe huyó río abajo del Vaupés y para que no se escapara, el Sol puso una trampa de matapí (trampa para atrapar pescado) en la cascada o cachivera, que hoy en día se conoce con el nombre de Matapí. Diádoe no cayó en la trampa y pudo escapar desviándose por otro lado. Seguía bajando y el sol le seguía con la trampa; llegaron a otra cachivera y el padre de tarira se convirtió en cuerpo de arara, pasó volando y a la cachivera le colocaron de nombre Arara (que en lengua yeral quiere decir guacamayo). Siguió bajando Diádoe y llegó a otra cachivera donde el Sol ya tenía puesta otra trampa... al verla, se transformó en un pescado grande, pasó por encima de la trampa y esa cachivera quedó con el nombre de Carurú, que en lengua yeral significa pescado.
Diádoe siguió bajando enfrentando varias circunstancias hasta llegar a la cachivera de tapíra yerao, donde había otra trampa del Sol. Allí se transformó en un pescado pequeño de la familia guaracú blanco, éste brincó a un lado de la trampa formando una guachinacán, que significa pez blanquillo en tukano. Siguió bajando hasta llegar a la cachivera de Yavaraté (yaí poeva) y entró por el río Papurí, subiendo hasta llegar donde su primo, Waí deyu, donde hoy en día es la cachivera de Waracapuri, en la cabecera del caño viña, ubicado en la jurisdicción de Acaricuara. Cuando llegó, el padre de los pescados Waí deyu, se encontraba preparando la fiesta del ofrecimiento de dabucurí con el cuñado Araña, en tukano bujpu. Ya estaba por empezar la fiesta cuando discutieron y salieron peleando. Wai deyu se fue para empezar la música de la fiesta y al sacar la caja de instrumentos que había sido empacada por araña, se produjo una explosión de plumas. Al regresar a la fiesta Wai deyu le pegó una paliza a Araña porque estaba enojado. Araña, maltratado y furioso con Wai deyu, se encontró con el Sol que buscaba a Diadoe para vengarse por haberse tragado a su hijo, y decidieron ponerse de acuerdo para desquitarse echándole barbasco a los dos después de la fiesta, ya que seguramente estarían amanecidos pasando guayabo. Waí deyu y Diádoe se despertaron entre la vida y la muerte pero ninguno de los dos murió; salieron espantados río abajo con todos sus hijos. Llegaron a Piracuara y el padre de los pescados con todos sus hijos, como por arte de magia, lograró pasar bajo un conducto subterráneo y desde allí partieron hacia el río Apaporis, llegando al lugar sagrado de Jirijirimo (piedra Ñi) a la Cachivera la playa. Por esta razón el río Papurí es en este momento pobre de pescado.
El personaje mítico Diádoe siguió su trayecto río abajo del Vaupés y una parte de río negro hasta llegar en San Gabriel (Brasil). En éste lugar sagrado, el Sol le tendió la última trampa mortal, en sociedad con las demás familias de allí. Su cuerpo fue despedazado, las carnes y las escamas de la mitad para arriba del pez fueron lanzadas río abajo y las carnes y escamas de la cola fueron lanzadas río arriba, como señal de la existencia de peces dormilones grandes y pequeños. Sus carnes se convirtieron en diferentes pescados que actualmente nutren el río Vaupés.

Colombia - Mito Tikuna - Creación

La familia Tikuna habita el trapecio amazónico y tiene una población de 27.000 habitantes, siendo el grupo más numeroso del Amazonas. Se estima que en el Brasil habitan alrededor de 20.000 indígenas, mientras que en Colombia habitan 6.585 personas. Este relato sobre la Creación es un relato de Wilson Ramos y está tomado de la web del SINIC:
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Esta es la historia del principio del mundo, cuando la creación estaba incompleta, cuando no había agua, ni luz, ni hombre para que al menos cuidara de las cosas del mundo. Solo estaban la tierra, el cielo, algunos animales y frutas por conocer. Era una confusión, la oscuridad sobre la tierra dependía de un árbol inmenso que la cubría.
Así fue que llegó el momento en que Yoí, el primer padre existente en la tierra, reflexionara para dar y poner fin a las cosas. De esta manera habló a su hermano Ipí, pero éste era muy pícaro y todo lo que su hermano mayor decía, lo contradecía a pesar de que fuera su única compañía en la tierra.
El cielo estaba cubierto de oscuridad. Yoí llamó a su hermano y dijo:

- “Vamos a coger todas las frutas existentes en la tierra y llamamos a los animales existentes para convocarles que vamos a tumbar este árbol inmenso llamado Lupuna”
Entonces todos los animales existentes sobre la tierra comenzaron a picar, morder y raspar el árbol. Toda una multitud de animales que ya existían en la tierra estaban a punto de tumbar el árbol. Sin embargo, Yoi e Ipí se sorprendieron porque aún no lo conseguían. Entonces Yoí mandó a llamar a las dos especies de ardillas que existían en el mundo. Mandó subir a la ardilla golosa hasta el final del árbol para ver por qué no quería caer. La pequeña ardilla no consiguió llegar hasta la cima del árbol, solo pudo llegar hasta la mitad.
Entonces Yoí mandó subir a la otra especie de ardilla, que era la ardilla trepadora. Esta ardilla sí pudo trepar hasta la cepa del árbol y descubrió la razón de la sorpresa de Yoí e Ipí. Bajó enseguida y le dijo a Yoí que era un mico perezoso que con las manos tenía agarrado el cielo y con los pies tenia agarrada la copa del árbol y era por eso que no quería caer.
Yoí mandó nuevamente a la ardilla trepadora a la cima del árbol con ají para echarle al mico perezoso. Ella llegó hasta la cepa del árbol, le echó el ají en la boca al mico perezoso pero no le hizo nada. La ardilla volvió a bajar y dijo que el ají no le hacía nada al mico.
Entonces volvió a subir con unas hormigas pequeñas que en la zona se conocen como “twnw”, cuya picadura es muy fuerte. La ardilla llegó y esparció las hormigas en el cuerpo del mico. El dolor de las picaduras de las hormigas hizo que el mico perezoso fuera soltando el árbol que sostenía hasta que al fin lo hizo.
Este árbol cayó sobre el mundo formando relámpagos, truenos y haciendo brotar aguas. Un inmenso caudal se formó del tronco dando origen al río Amazonas y de las ramas se fueron formando las lagunas y afluentes.
Fue tanta la alegría de Yoí que se metió al agua y a medida que las gotas lo salpicaban fue convirtiéndose en una multitud de peces que llenaron los ríos. Entonces Ipí notó su soledad y vio que sobre el agua flotaba el corazón del árbol. Por curiosidad lo cogió, lo plantó y cuidó con mucho cariño estando siempre pendiente de él. Luego de algún tiempo se lo comió y sintió algo maravilloso, al botar la semilla vino una señorita muy hermosa y le dijo que lo quería mucho. En adelante, Ipí la consideró como su mujer. Esta fue la primera pareja que existió en el mundo.
Yoí volvió a la tierra donde su hermano Ipí que ya tenía esposa, pero al llegar, la esposa de Ipí desapareció y Yoí se sintió solo y triste. Un día se fue al puerto y se sentó a la orilla del río cuando de pronto se le apareció una joven muy hermosa que se quedó con él. Yoí consiguió pareja mientras su hermano se quedó solo de nuevo.
Yoí pensó en organizar todos los seres que había creado y organizarlos por clanes.
Yoí e Ipí estaban juntos cuando se les apareció una iguana. Yoí la mato y enseguida la cocinaron. Cuando estuvo preparada Yoí la repartió entre todos los animales creados por él. Cuando la iba repartiendo a cada animal iba mencionando el clan al que pertenecía: el muchilero, la garza, el tigre, la guacamaya, el tucán, la garza negra, la hormiga, el canangucho, en total catorce clanes. Así mismo instruyó a cada uno sobre con quién podía casarse dejando bien claro que por ejemplo, guacamaya con garza no se podía, al ser unión de dos plumas, pero que guacamaya con tigre, no era ningún problema, pues era piel con plumas. También estableció que los hijos heredarían el clan de su padre y pronunciando estas palabras volvió al tronco del palo y al río más grande, el río Amazonas.

domingo, 24 de agosto de 2008

Brasil - Mito Sateré-Mawe - Origen de plantas

Los Sateré-Mawé, como se autodenominan, son un pueblo indígena, creadores del cultivo del guaraná, particularmente son los inventores del proceso la extracción del fruto de la trepadora silvestre. Están relacionados al tronco Tupí, y de la familia de los Tupí-Guaraníes. Los Sateré-Mawés se localizan en medio del río Amazonas, en Pará, Brasil. Este mito fue tomado y adaptado de la Rede Brasileira:
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En el comienzo de todas las cosas, había tres hermanos, dos eran hombres y la hermana era una muchacha bonita llamada Uniaí. Uniaí era la dueña de Nocoquém, un lugar encantado, uno de los mas hermosos de la Tierra. Solo ella conocía todas las plantas que había allí: las que servían para comer, las medicinales, las buenas para hacer jícaras y las que servían para hacer cuentas de collar. Todo lo que necesitaban sus hermanos, ella se los enseñaba poco a poco. Fue ella quien plantó en Nocoquem un árbol de castaño que creció como ninguno. Uniaí no tenía marido.
En aquel tiempo los animales eran también personas y todos tenían un solo deseo: casarse con ella. Pero los hermanos de Uniaí no querían: era mejor que su hermana se quedara con ellos, consiguiéndoles todo lo que necesitaban. Entre los animales, la viborita fue la primera en manifestar su deseo. Todos los días esparcía en el camino un perfume que alegraba y enternecía el corazón. Uniaí pasaba por ahí y exclamaba:
- Qué rico perfume!
La viborita que siempre andaba ahí cerca, acabó por animarse con esos cumplidos:
- Le gusto a Uniaí! Lo sabía.
Y fue a tenderse más adelante en medio del camino. Cuando llegó Uniaí, la viborita la miró fijamente a los ojos y deseó que fuera su esposa. Con ese simple encantamiento, cualquier animal, planta o persona estaba ya casado y engendraba un hijo. De esta forma, con el encantamiento del perfume, Uniaí quedó embarazada y sus hermanos se pusieron furiosos:
- Ahora Uniaí va a cuidar de su hijo y ya no nos va a ayudar en nada - dijeron.
Por ningún motivo querían ver a su hermana con su hijo.
Por eso Uniaí se marchó de Nocoquém. Entre tanto, el árbol de castaño se había hecho tan grande y frondoso que parecía un cielo verde y de sus ramas pendían unos erizos que, como cajitas de sorpresa, guardaban adentro las castañas.
Uniaí construyó su casa muy lejos, cerca de un río. El niño nació fuerte y bonito. Su madre lo bañaba entre las mariposas que acostumbraban volar junto a las riberas. Allí fue creciendo el niño cada vez mas fuerte y hermoso. Uniaí le contaba historias de Nocoquem, le contaba de las plantas, de sus tíos y del árbol de castaño. Cuando el niño aprendió a hablar, exclamó:
- Yo también quiero comer castañas. Yo también quiero comer esas frutas que tanto les gustan a mis tíos.
- No es fácil, hijo mío. Ahora tus tíos son los dueños de Nocoquém y nosotros no podemos entrar allí.
Pero el niño insistía en que quería comer esas frutas tan deliciosas.
- Es peligroso, hijo mío, tus tíos pusieron como guardianes al tepescuintle, el periquito y a la guacamaya.
- Pues de todos modos quiero ir.
Quería porque quería. A Uniaí no le quedó mas remedio que contentarlo, así que se pusieron en camino. Poco después, en Nocoquém, el tepescuintle vio debajo del árbol de castaño las cenizas de una hoguera en donde alguien había asado castañas. En seguida fue a contárselo a los hermanos de Uniaí. Uno de los hermanos sacudió la cabeza y dijo:
- Cómo es posible? ¿No será que el tepescuintle se equivocó?
Pero también el periquito vio lo mismo y también la guacamaya. Así que los dos hermanos decidieron mandar al chango para que vigilara el castaño y le ordenaron:
- Si ves a alguien, una persona o un niño, lo matas.
Al día siguiente el hijo de Uniaí quería comer más castañas y como conocía el camino a Nocoquem, se marchó solo. Esta vez el chango lo vio subir al árbol; entonces, escondiéndose en la espesura, sacó su arco y le disparó una flecha. Cayeron un montón de castañas y junto con las castañas, el niño.
Apenas Uniaí se dio cuenta de la ausencia de su hijo, salió corriendo hacia Nocoquem. Corrió y corrió sin parar. Cuando llegó, encontró su hijo muerto. Sopló y volvió a soplar pero nada! entonces lloró, lloró desesperadamente, no dejaba de llorar!
Pero de tanta tristeza brotó la fuerza:
- Tus tíos te hicieron esto. Querían verte muerto. Pero vas a ver, haré de ti la semilla de la planta mas poderosa que jamás se ha visto!
Y plantó a su hijo en la tierra y cantó de esta manera:
- Grande serás, curador de los hombres!Todos tendrán que acudir a ti para acabar con las enfermedades, para tener fuerza en la guerra y fuerza en el amor. Grande serás!
Entonces, del ojo izquierdo del niño nació una planta que no era fuerte. Era el falso guaraná, que todavía existe y que los indios llaman "uaraná-hôp". Después, del ojo derecho nació el guaraná verdadero que los indios llaman "uaraná-cécé". Por eso el fruto del guaraná se parece al ojo de las personas.
Unos días después, Uniaí fue a ver la planta que había criado. El guaraná estaba ya grande y lleno de frutos y debajo de él encontró a su hijo, alegre, fuerte y hermoso. Ese niño que nació de la tierra como una planta, fue el primer indio Maué. Es la fuerza y la vitalidad y es el origen de la tribu.

Santo Domingo - Mito Taíno - Origen de los seres humanos


Los arahuacos Taínos fueron una oleada de indígenas procedentes del área de lo que ahora es Venezuela, que a lo largo de los siglos fueron poblando las distintas islas del arco antillano. Cuando los taínos llegaron al Caribe, éste ya estaba habitado por otros pueblos. Este mito que recuerda el origen de los primeros hombres y mujeres, fue tomado y adaptado del relato de la web Premium Caribe:
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En el principio hubo un hombre llamado Yaya, del que no se sabe el nombre y su hijo se llamaba Yayael, que quiere decir hijo de Yaya. Yaya es el Ser supremo, el Gran espíritu, origen de toda creación.
Todo iba bien hasta que un día Yayael se rebela contra su padre. Este lo destierra cuatro meses. A su regreso siguen las diferencias y Yaya lo mata, coloca sus huesos en una calabaza o higüera que cuelga del techo de su bohío. Un día, Yaya y su mujer quisieron ver los restos de su hijo y cuál fue la sorpresa cuando lo que encontraron fueron peces, los cuales decidieron comer.
Mientras tanto, una mujer, Itiba Cahubaba, la paridora Madre tierra, moría al dar a luz a cuatro gemelos, gemelos creadores, símbolos de los cuatro puntos cardinales, la creación expandida, y de los cuatro elementos: fuego, agua, tierra y aire. El primero en salir era caracaracol (piel áspera) y se llamaba Deminán. No se sabe cuál fue el padre. Probablemente los cuatro gemelos divinos son el resultado de la unión entre la Madre Tierra y el Padre Cielo, Yucahu o Yucahuguamá, el Ser de la Yuca, deidad inmortal y celestial que nadie podía ver y cuya madre se llamaba Atabey, Madre de las Aguas.
Un día, mientras Yaya estaba viendo sus conucos de maiz y yuca, llegaron al bohío los cutro gemelos divinos y Deminán Caracaracol descolgó la calabaza llena de peces. Mientras los comían, sintieron los pasos de Yaya. En la huída se les cayó la calabaza de higüera rompiéndose en el acto. Dicen que fue tanta el agua que salió de aquella calabaza que llenó toda la tierra, y con ella salieron muchos peces; y de ahí dicen que haya tenido origen el mar. La rotura de la calabaza mítica hace alusión a la creación del mar, pero también al posible diluvio universal.
Los gemelos divinos, en su huída, se encuentran con el mudo Conel y llegan a la puerta del anciano Bayamanaco (Dios del Fuego), quien guardaba celosamente el cazabe (pan de yuca) y la cohoba (droga alucinógena). Deminán le pide al viejo un poco de cazabe. Bayamanaco se indigna y le lanza a la espalda un escupitazo de cohoba (guanguayo). Entonces sus hermanos le miraron la espalda, y vieron que la tenía muy hinchada; y creció tanto aquella hinchazón, que estuvo a punto de morir. Entonces procuraron cortarla, y no pudieron; y tomando un hacha de piedra se la abrieron, y salió una tortuga viva, hembra; y así se fabricaron su casa y criaron la tortuga.
Con el nacimiento de la tortuga hembra, símbolo de la creación de la primera mujer que engendraría a los humanos culmina el ciclo de los dioses creadores e iniciar la creación del mundo sensible.
El sol, la luna y la humanidad surgieron de lo profundo de una cueva, símbolo del útero de la Madre Tierra, llamada Iguanaboína, la cueva de la Serpiente Parda, localizada en el Este, la región del cacique Mautiatihuel, el Señor de la región del alba.
Cuenta el mito y no acaba que en el Oeste de la Española había una montaña mágica llamada Cauta con dos cuevas: Cacibajagua, de la cual salieron los taínos, y Amayaúna de la que salió el resto de la humanidad no taína. A la entrada de la cueva unos vigilantes hacían guardia para que nadie saliera durante el día, pues se creía que los rayos del sol los transformarían. Un día Mácocael se entretuvo fuera de la cueva, tardó en volver a la puerta, dicen que se lo llevó el Sol y fue convertido en piedra. A otros les pasó lo mismo, convirtiéndose en árboles de jobos (árbol divino).
Yahubaba salió a recoger hierba poco antes del amanecer, le sorprendió el Sol a mitad camino y se convirtió en pájaro que canta por la mañana, como el ruiseñor, y se llama Yahubayael.

Un día, Guahayona se rebela en la cueva de origen y arenga a las mujeres que se vayan ellas y sus hijos con él. Guahayona, las mujeres con sus hijos y su cuñado el cacique Anacacuya, emprendieron el viaje mítico en una canoa a una legión lejana. Durante el viaje, Guayahona se deshace primero de todos los niños junto a un arrollo y luego de su cuñado. Dicen que los niños lloraban y llamaban a sus madres que se habían ido… Y llorando así, y pidiendo teta, diciendo 'toa, toa', como quien pide una cosa con gran deseo y muy despacio, fueron transformados en pequeños animales, a manera de ranas, que se llaman tona. La rana es símbolo de las lluvias. Guahayona enseña un cobo o caracaracol a su cuñado Anacacuya. Cuando miraba el agua para ver el cobo, su cuñado Guahayona lo tomó por los pies y lo tiró al mar, y así tomó todas las mujeres para sí, y las dejó en Matininó, donde se dice que hoy día no hay más que mujeres. Y el se fue a otra isla, que se llama Guanín, y se llama así por lo que se llevó de él, cuando fue allá.
Los hombres apesadumbrados, sin mujeres y sin niños, fueron un dia lluvioso a lavarse en un rio. Pero aquel día, lavándose, dicen que vieron caer de algunos árboles, bajándose por entre las ramas, una cierta forma de personas, que no eran hombres ni mujeres, ni tenían sexo de varón ni de hembras, las cuales fueron a cogerlas; pero huyeron como si fuesen anguilas. Entonces buscaron cuatro hombres caracoles, de piel áspera que lograron sujetarlas. E igualmente tomaron a aquellas mujeres sin sexo de varón ni de hembra, y las ataron los pies y las manos, y trajeron el pájaro inriri (pájaro carpintero), y se lo ataron al cuerpo. Y éste creyendo que eran maderos, comenzó la obra acostumbrada, picando y agujereando en el lugar donde ordinariamente suele estar el sexo de las mujeres. Y de este modo dicen los indios que tuvieron mujeres, según cuentan los más viejos. Desde aquel día, el pájaro carpintero lleva una cinta roja en su pecho o en su cabeza

martes, 19 de agosto de 2008

Bolivia - Mito Inca - Diosa protectora


Aimara es el nombre que recibe un pueblo indígena americano que ancestralmente habitaba la meseta andina del Lago Titicaca desde tiempos precolombinos, repartiéndose su población entre el occidente de Bolivia, el sur del Perú y el norte de Chile. Conformaron una parte del Imperio Inca. El mito de la Pachamama fue recogido y adaptado de la web de Wikipedia, basado en múltiples fuentes.
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Pachamama es la Tierra en un sentido profundo, metafísico; es lo de abajo, pero no el suelo o la tierra geológica, así como tampoco el cielo cristiano es el cielo cosmográfico. La Pachamama es todo, explica todo y si bien, no está localizada, particularmente se la ubica singularmente en ciertos lugares naturales (ojos de agua -manantiales-, vertientes, cerros) o construidos (hoyos, apachetas -especie de mojones, constituidos generalmente por pequeños montículos de piedras-). No obstante, se trata de una deidad, inmediata y cotidiana, que actúa directamente y por presencia y con la cual se dialoga permanentemente, ya sea pidiéndosele algo o disculpándose por alguna falta cometida.
La Pachamama no es una divinidad
propiamente creadora, pero sí es protectora; cobija a los hombres, posibilita la vida y favorece la fecundidad y la fertilidad. A cambio de esta ayuda y protección, algunos pastores están obligados a ofrendar a la Pacha parte de lo que recibe, no sólo en los momentos y sitios predeterminados para el ritual sino, particularmente, en todos los acontecimientos culturalmente significativos, configurándose así una suerte de reciprocidad. Sin embargo se la considera asimismo con una faz negativa: la Pachamama tiene hambre frecuente y si no se la nutre con las ofrendas o si casualmente se la ofende, ella provoca enfermedades.
Algunos pueblos realizaban ofrendas en su honor, sacrificando auquénidos para derramar su sangre. Entre otros objetos se ofrecían hojas de coca, conchas marinas mullu y sobre todo el feto de la llama, según una creencia para fertilizar la tierra sin que faltara jamás la cosecha.
Con la llegada de los españoles y la persecución de las religiones nativas, la Pachamama comenzó a ser muchas veces invocada a través de la Virgen María
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La Pachamama, más las deidades Mallku y Amaru, conforman la trilogía de la percepción aimara de la sociedad - naturaleza; y sus cultos son las formas más antigua de celebración que los aimaras aún realizan en la actualidad.

Chile - Mito Mapuche - Espíritus

Los Mapuches han ocupado zonas de Chile y en Argentina en las Provincias de Neuquén y Río Negro. A la llegada de los conquistadores, superaban el millón de personas y nunca pudieron ser dominados por los españoles. Actualmente hay un movimiento de recuperación de sus aspectos culturales, su reconocimiento como etnia y de recuperación de sus tierras. La historia que acá se relata sobre los Pillanes es tomada de la página web de Wikipedia, basado en la obra de Alberto Trivero (1999), Trentrenfilú, Proyecto de Documentación Ñuke Mapu.
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Al principio, cuando aun no existía el tiempo y el wenumapu era obscuro, en aquel lugar, a partir del Pu-am que despertó, se originaron los espíritus antiguos y entre ellos aparecierón los primeros pillanes. Así, los pillanes junto a los demás espíritus antiguos, habitaron el wenumapu desde antes que el tiempo tuviera su comienzo y lograron traer luz a aquel lugar. Ellos lograron traer la luz, ya que ellos son como estrellas resplandecientes de luces y de colores, porque la luz y el color son engendrados por los mismos espíritus antiguos.
Entre los pillanes estaba Antu
, quien es el más poderoso entre ellos; y como tal decidió tomar a una wangulén como su propia inandomo (esposa preferida). Eso fue al comienzo de los tiempos, y desde entonces ha transcurrido un tiempo tan largo que nadie puede medirlo.
Se dice que la decisión de Antu, de elegir a la wangulén llamada Kuyén como su propia inandomo, trajo problemas, ya que aunque las wangulén aceptaron la elección de Antu y se conformaron con su voluntad, también les trajo gran envidia hacia Kuyén. Como el descontento aumentaba con el paso del tiempo y otros pillanes estaban celosos del poder de Antu, estos últimos permitían y animaban a que las wangulén hablaran cada vez con más fuerza en contra de Antu.
Debido a los celos y la rivalidad que eran muy grandes, se empezó a perder la armonía en el wenumapu, y no se respetaba el admapu
. Todo este mal era alimentado por el pillán Peripillán, quién sentía envidia del poder y el color de Antu.
Al ver la actitud de Peripillán, Antu decidió castigarlo, y con ello comenzó la gran lucha entre los pillanes; y así el resto de los pillanes y las wangulén tuvierón que unirse a la lucha. Como las fuerzas de la naturaleza
aun no eran entregadas a los Ngen, los pillanes y las wangulén las utilizaron para combatir; lo cual trajo más desequilibrio al wenumapu y al resto del universo mapuche. Así el combate fue muy violento, y el efecto de esta lucha alcanzó a todo el mapu (tierra), que fue sacudido, y también alcanzó al minchemapu y al ankawenu, y lo revolvió todo. Esto último traería posteriormente como consecuencia que los wekufe y los laftrache, que hasta entonces habían quedado confinados en el minchemapu, puedan desde entonces recorrer también el mapu y el ankawenu.
La lucha entre los pillanes duraba tanto tiempo, que los hijos de los espíritus antiguos alcanzaron a crecer hasta ser mayores, para unirse a la batalla. Pero en medio de la batalla sus hijos decidieron que era tiempo de que ellos tomaran el lugar de sus padres. Así se convirtió en una lucha de cada hijo en contra de su padre, y de cada la hija en contra de su madre. Antu y Peripillán se enfurecieron al ver que no se les respetaba, y por ello agarraron a sus hijos, que eran unos gigantes, del cabello largo que coronaba sus cabezas; y luego con fuerza fueron lanzados por entre densas nubes sobre la pedregosa mapu (tierra), que recién estaba siendo creada por Elmapu
. Al caer, los enormes cuerpos de los hijos de los pillán se destrozaron. Productos de esos impactos se arrancaron tremendos fragmentos de montañas y destruían las cumbres de los cerros y dejaron huellas en la superficie de la tierra. y los restos de sus macizos cuerpos formaron montañas o se enterraron profundamente, dejando inmensas profundidades que serían los numerosos lagos que existen en Chile.
Posteriormente y posiblemente debido a estos hechos, Antu y sus aliados lograron prevalecer; y así pudieron dominar a las fuerzas de Peripillán. Debido a la furia que tenía Antu, Peripillán y sus aliados fueron arrojados al mapu (tierra). Luego Antu pisoteó los cuerpos de los pillanes derrotados y tendidos sobre la superficie del mapu, hasta que se hundieron en la superficie de la tierra, hasta que alcanzaron la profundidad del mapu. Sin embargo la ira de Antu todavía no había cesado. Entonces levantó las piedras, y las rocas, y las montañas, y las echó encima de donde estaban sepultados los cuerpos; y así se formaron grandes cadenas de cerros encima de los pillán vencidos. Como Peripillán era el más poderoso de todos ellos, Antü echó sobre su cuerpo las rocas más grandes, formando de este modo lo que sería el volcán Osorno
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Este castigo casi apagó la multitud de luces de estos pillanes, quedando todas sus luces convertidas en una: la luz del fuego
, similar a la de Peripillán. Debido a que desde entonces tratan inútilmente de arrancarse, ocasionan con ello que el mapu entero se sacuda por sus movimientos; y si sus cuerpos de llamas logran atravesar las montañas hasta alcanzar las cumbres más elevadas, por allí logran sacar un brazo o una mano que se resbala por los costados del volcán, como unas enormes culebras de fuego (lava). Pero todo es inútil, ya que no se puede evitar el castigo de Antü; y sus cuerpos, en lugar de convertirse en luz y llegar al wenumapu, se apagan y se convierten en piedra.
Luego, al querer Antu castigar a las wangulén vencidas en ambas batallas, éstas se pusieron a llorar y a implorar su perdón, y lloraron tanto, que sus lágrimas se convirtieron en toda el agua que existen en el mapu. Debido a ello, Antu se apiadó de ellas y como castigo sólo les disminuyó sus luces, dejándolas como el brillo de simples estrellas.
Luego de la batalla y los castigos dados, las madres lloraron cuando vieron los cuerpos despedazados de sus hijos, y empezaron a lamentarse y a llorar. Debido a ello el Pu-am se conmovió y además decidió recuperar el equilibrio. Por ello decidió primeramente que los cuerpos volvieran a llenarse de vida. Si bien Pu-am permitió que volvieran a ser seres completos y habitaran el mapu, no permitió que recuperaran su forma antigua, y los castigó reencarnándolos en otras formas. Así fue como el hijo de Peripillán fue convertido en una inmensa culebra cuyo nombre es Kaykayfilú y el hijo de Antü fue convertido en otra inmensa culebra cuyo nombre es Trentrenfilú. Posteriormente, Pu-am decidió que cada espíritu quedara en su lugar y cumpliera su propósito, y que todos cumplieran con el admapu. Producto de esta orden, Elche decidiría posteriormente crear al hombre; y, como este pueblo mapuche está relacionado con los pillanes y las wangulén, el mapuche tiene la posibilidad de poder llegar a ser uno de ellos.

lunes, 18 de agosto de 2008

Colombia - Mito Huitoto - Origen de los nombres

Los indígenas Huitoto (o witoto) habitan en la zona del sur del departamento del Amazonas de Colombia. Se estima que esta etnia tiene una población de 6.245 personas. Los Huitoto hablan diversos dialectos de acuerdo con la zona donde se asientan. Este relato del mito del origen de los nombres está tomado del libro Mitos y petroglifos en el río Caquetá, del antropólogo colombiano Fernando Urbina, y fue tomado de la Biblioteca Virtual de la Biblioteca Luis Angel Arango, Bogotá. Es el mito de Jituri Páinueni y el narrador de este mito fue Chúumu Güio, indígena muinane. La grabación se efectuó en el raudal de Guaimaraya, en el río Caquetá, en 1980. La narración es la siguiente:
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Una vez clausurada la vieja tradición, Añiraima inaugura el nuevo tiempo dando origen mediante un pelo de su barba a Jituri Páinueni, quien será el estantillo, el sostén central y el que establece los puntos cardinales, sustentando cada uno en un poste al igual que una maloca, la gran casa comunal.

Amasa la tierra como cuando se confecciona el budare (tiesto), le da consistencia. Se sienta a charlar... ve la luz azul, señal de la coca, y la blanca, señal del día, y la roja, símbolo de la sangre. Hace aparecer todo: es la generación de la gente. Ellos, los primordiales, los que sostenían los extremos, marcharon hacia los cuatro puntos cardinales. Ellos y sus gentes partieron sin nombres. Jíturi Páinueni quedó solo y comenzó a observar el lugar donde se gestó la humanidad. Solamente quedaba el vapor -el calor de las gentes- y el ombligo. En ese cordón umbilical -es como una hebrita roja formada por la reunión de todos los ombligos de los hombres-, en ese canangucho rojo (palma) con cuyo fruto se prepara la bebida empleada en la ceremonia de cambio de nombre, reside el secreto de la nominación de los humanos.
Los creados, convocados por Jíturi Páinueni, retoman de la diáspora para allegarse al origen donde procuran infructuosamente capturar la Boa-de-los-hombres. Será el mismo Jíturi Páinueni quien acometerá la empresa convertido en gavilán, símbolo de los muinanes, cuyo poder es similar al viento inasible, sólo reactualizado en las palabras buenas. Ascenderá en vuelo circular hacia el sol bebiendo su fuerza y desde lo alto picará sobre la sierpe. Después de agarrarla, la reparte entre la concurrencia.
Una vez recibido el correspondiente segmento, se obtiene el respectivo nombre, según el recipiente en donde se recoja la porción: Gente-de-hoja-de-yuca, Gente-de-hoja-de cumare... los muinanes obtendrán el nombre al bañarse con la sangre de la anaconda: los Untados-de-sangre. Dispersos de nuevo y ya en posesión de sus nombres y dialectos, los jefes de las tribus serán entronizados como tales cuando al retomar al lugar del origen hayan recibido las historias ( ráfue), la coca y el tabaco, dones de Jituri Páinueni con los cuales la humanidad podrá medrar en el buen vivir.

México - Mito Azteca - Diosa Madre

Los aztecas, antes llamados mexicas, se ubican entre los grupos hablantes de náhuatl del norte de México y antecesores de los asentados durante la etapa chichimeca. El siguiente mito sobre Coatlique se tomó de la página web La Civilización Azteca:

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Coatlique, cuyo nombre significa «La Señora de la Falda de Serpientes», era la diosa Tierra de la vida y la muerte en la mitología azteca. Su apariencia era algo horrible; representada como una mujer extraña con una falda de serpientes y con un collar de corazones de las víctimas de los sacrificios. Esta diosa, sedienta de sacrificios, tenía los senos flácidos y afiladas garras en pies y manos.
Según cuenta la leyenda, Coatlique fue fecundada en primer lugar por un cuchillo de obsidiana y, a raíz de este embarazo, dio a luz a la diosa Coyolxanuhqui, conocida con el nombre de «Campanas Doradas» y a un grupo de vástagos que se convirtieron en estrellas.
La diosa Coyolxanuhqui era identificada con la luna y estaba asociaba con un grupo de 400 deidades-estrella, conocidas con el nombre de Huitznauna, que se encontraban bajo su control. Además esta divinidad asociada a la luna, tenía poderes mágicos con los que podía provocar importantes daños.
Después Coatlique volvió a quedar embarazada por una bola de plumas. Encontramos distintas versiones sobre el encuentro de Coatlique con esta bola. Según una de las interpretaciones, la diosa encontró esa bola mientras estaba en su templo y esa bola tocó su pecho.
En otras versiones, Coatlique recogió la bola de plumas la guardó en su pecho; más tarde cuando fue a buscarla, ya no la encontró y, al mismo tiempo, se percató de que había quedado nuevamente embarazada. Coatlique se dispuso entonces a contar a su prole lo sucedido, pero ese misterioso embarazo ofendió a sus hijos, que consideraron la historia de su madre del todo increíble.
Según marcaba la tradición, una diosa únicamente podía dar a luz en una sola ocasión; esa ocasión en la que daba vida a la auténtica y original descendencia divina y nunca más. Así Coyolxanuhqui y sus hermanos consideraron aquel embarazo como un ultraje y, encabezados por Coyolxanuhqui, decidieron matar a su propia madre. Durante el embarazo Coyolxanuhqui decapitó a su madre, ayudada por sus hermanos. Sin embargo, de forma inmediata el feroz dios Huitzilopochtli, que se encontraba en el vientre de su madre Coatlique, apareció armado y con ayuda de una serpiente de fuego, asesinó a muchos de sus hermanos y hermanas. Los cuerpos de los hermanos se transformaron en estrellas. Mientras que Huitzilopochtli en un ataque de furia decapitó a Coyolxanuhqui y lanzo su cabeza al cielo, donde se convirtió en la luna; su cuerpo, lo arrojó a una profunda garganta en una montaña, donde su cuerpo yace para siempre.

Definición de Mito

El término Mito es característico por su imprecisión y vaguedad. Se llama Mito a ideas y a teorías, muchas veces modernas, generalmente para atribuirles una connotación peyorativa o falsa. En ese sentido se habla, por ejemplo del "mito del desarrollo latinoamericano".
Platón fue el primero en oponer el término Logos al de Mythos, para diferenciar con el primer concepto el discurso que consiste en argumentar y probar, mientras que el segundo se referiría a una mera narración que no aporta pruebas (K. Kerenyi). Eso contribuyó posteriormente a definir el mito como una fábula, una ficción, un absurdo y un "cuento de viejas".
Existe tal variedad de definiciones que algunos especialistas han llegado a afirmar que no es posible formular ninguna definición de mito (G.S. Kirk).
En este blog asumimos la definición de mito que ofrece el filólogo español Carlos García Gual: "Mito es un relato tradicional que refiere la actuación memorable y ejemplar de unos personajes extraordinarios en un tiempo prestigioso y lejano". Lo utilizaremos para referirnos a los mitos antiguos de América Latina, tal y como han sido heredados por su tradicción y su cultura, e intentará convertirse en una mitología latinoamericana, con el significado de una "colección de mitos" de la región.

domingo, 17 de agosto de 2008

México - Mito Tezcocano - Seres Primigenios


Los Tezcocanos son indígenas oriundos de Tezcoco, ubicado en la región oriente del Estado de México. Fue llamado la Atenas de Anahuac, por ser centro cultural importante. Tuvo un gran apogeo bajo el dominio del rey Nezahualcóyotl. Este mito sobre el enfrentamiento entre los dioses Quetzalcoatl y Tezcatlipuca fue tomado de la página web Webislam:
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Quetzalcoatl vivía muy a su gusto en Tula, siendo adorado por dios, pero como la verdad no se puede largo tiempo ocultar, sucedió que llegó a Tula un otro dios, del cual hemos hablado aquí antes, Tezcatlipuca. El cual, en llegando, de envidia que tenía a Quetzalcoatl, tentó hacer mal al pueblo de Tula, para que adorara a él y asimismo a Quetzalcoatl.
Entró a Tula como un pobre y tomaba diversas figuras y espantaba a los de Tula y a Quetzalcoatl, el cual aunque fuera demonio tanto como el, siempre hay demonios los unos más grandes que los otros, pues están hechos de ángeles y los ángeles hay unos más grandes que los otros.
Un día, pues, fue Tezcatlipoca al templo de Quetzalcoatl. Había una efigie de Quetzalcoatl y un espejo que los indios estimaban mucho, pues según Quetzalcoatl les había hecho creer, por medio de este espejo siempre había de haber lluvias y si se la pidieran por este espejo, el se las daría. Entrando, pues, Tezcatlipuca al templo encontró los guardias dormidos y se fue derecho al altar y robó el espejo y lo escondió debajo del palacio en donde dormían los guardias, lo que hecho se marchó. Habiendo despertado los guardias, como buscaran el espejo, estaban muy diligentes buscándolo, pero Tezcatlipuca encontró a una vieja en su camino y le dijo:
- Vete al palacio y di a esos guardias que lo que buscan está debajo de su palacio y serás bienquista de ellos.
Lo hizo la vieja. En tanto Tezcatlipuca se mudaba en diversas figuras de animales y monstruos buscando de atemorizar a las gentes. Se hizo también cortar los cabellos, lo que los indios jamás habían visto. Y se fue al templo de Quetzalcoatl y destruyó su figura, y arrojándola por tierra y tomando diversas figuras, burló a sus servidores y a todos los de Tula.
Cuando ellos veían esto se iban saliendo de la ciudad y Quetzalcoatl al verlo tuvo miedo y huyó también con algunos de sus servidores con lo cual Tezcatlipuca quedó bien contento.
Quetzalcoatl se fue de allí a Tenayuca y duró allí por algún tiempo. De ahí se fue a Culhuacan donde duró también largo tiempo, mas no lo saben tampoco cuanto. De ahí pasó a las montañas y se fue a Cuauhquecholan y aderezó un templo y un altar para sí y era adorado, por dios, y no había más que él, y allí duró 290 años y dejó allí un señor llamado Matlalxochitl.
Y se fue a Cholula, donde duró 160 años y le hicieron un templo en gran manera magnífico, del cual aún hay gran parte, pues estaba bien construido y bello, el cual los gigantes habían hecho, como diremos después. De allí se fue a Cempoala ciudad principal en la mar del norte donde primeramente llegó el Marqués don Hernando Cortés, cuando él entró en este país, mas al presente está todo demolido, como los españoles han hecho con muchas otras.
En esta ciudad permaneció 260 años y hasta este lugar le persiguió Tezcatlipuca. Y viéndose tan perseguido de este Tezcatlipuca se fue a un desierto y tiró un flechazo a un árbol y se metió en la hendidura de la flecha y así murió. Y sus servidores le tomaron y quemaron y de allí quedó la costumbre de quemar los cuerpos muertos. Del humo que salió de su cuerpo dicen haber sido hecha una gran estrella que se llama Héspero. Este Quetzalcoatl no tuvo jamás mujer ni hijos. Otros dicen que cuando él debía morir se fue a un lugar

México - Mito Tezcocano - Ser Primigenio


Los Tezcocanos son indígenas oriundos de Tezcoco, ubicado en la región oriente del Estado de México. Fue llamado la Atenas de Anahuac, por ser centro cultural importante. Tuvo un gran apogeo bajo el dominio del rey Nezahualcóyotl. Este mito sobre el dios Quetzalcoatl fue tomado de la página web Webislam:
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En la provincia de Chalco cuentan haber sido el agua la primera causa del mundo, no saben empero quién la hizo. Y que descendieron del cielo algunos dioses, llamados Cemecatl, Tezcatlipuca, Chiconahui, Ehecatl, todos hijos de Atlalicue o Clitlalicue, diosa de las estrellas, la cual dicen haber hecho las estrellas, el sol y la luna, y los dioses hijos hicieron al hombre, mas no saben qué año fue esto. Además dicen haber nueve cielos, aunque no saben a dónde están el sol, la luna y las estrellas ni los dioses.
Se cuenta que había un dios llamado Camaxtli, que tomó por mujer una diosa, llamada Chimalma, la que de él tuvo hijos, entre los cuales había uno de nombre Quetzalcoatl. Este nació en Michatlauhco, y fue entregado a sus abuelos para que lo crearan, pues su madre había muerto al darlo a luz. Después de haber sido creado, fue enviado cerca de su padre, mas porque era muy amado por su padre, lo envidiaban sus hermanos, tanto que se propusieron matarlo. Y para hacerlo, lo enviaron con engaños a una gran peña llamada Tlachinoltepec que quiere decir "peña donde se hace arder", y lo dejaron allí y se bajaron y miraron el fuego alrededor de la peña. Pero Quetzalcoatl se metió en un agujero que había en la roca y sus hermanos se fueron, pensando haberlo quemado.
Habiéndose ido ellos, salió de la roca con un arco y flechas y tiró a un animalejo y lo mató echándoselo a la espalda, lo llevó ante su padre, y llegó antes que sus hermanos, los cuales al venir, quedaron maravillados de verlo. Pensaron matarle otra vez y así lo subieron a un árbol diciéndole que tirara a los pájaros, y estando él sobre el árbol, le comenzaron a tirar flechas, mas como discreto se dejó caer en tierra fingiendo estar muerto. Lo cual vieron sus hermanos y se fueron a su casa y habiendo partido sus hermanos, se levantó y mató un conejo, y lo llevó a su padre, antes que sus hermanos llegaran.
El padre que sospechaba lo que sus hermanos querían hacerle, le preguntó dónde estaban sus hermanos, y él respondió que ya venían, y se partió de con su padre a otra casa. Entretanto, sus hermanos vinieron y les preguntó su padre por su hermano y ellos, respondieron que ya venía. Entonces les reprendió porque querían matarlo, de lo cual ellos quedando enojados, se propusieron matar a su padre y así lo hicieron llevándolo a una montaña. Después de haberlo matado, volvieron a buscar a Quetzalcoatl y le hicieron creer que su padre se había cambiado en roca, persuadiéndole juntamente a que sacrificara y ofreciera alguna cosa a esta roca, como leones, tigres, águilas, animalejos, mariposas, pues no podría él encontrar estas bestias. Y como no quiso obedecer él, lo quisieron matar, mas escapó de entre ellos y se subió a un árbol, o lo que es más verosímil, sobre la misma roca y a flechazos los mató a todos.
Hecho esto, sus vasallos que le querían mucho, le vinieron a buscar con honores y tomaron las cabezas de sus hermanos y vaciándoles los cráneos de ellos hicieron copas para beber. Y se partieron en seguida de allí y se vinieron a la tierra de México y permanecieron unos días en un pueblo llamado Tulancingo, y de ahí se fue a Tula, donde no se sabe que entonces se hicieran sacrificios y por eso como él llevó el uso de los sacrificios, fue tenido por dios. Él les enseñó muchas cosas buenas, templos para él y otras cosas muchas y duró 160 años por dios de este país.

México - Mito Tezcocano - Creación


Los Tezcocanos son indígenas oriundos de Tezcoco, ubicado en la región oriente del Estado de México. Fue llamado la Atenas de Anahuac, por ser centro cultural importante. Tuvo un gran apogeo bajo el dominio del rey Nezahualcóyotl. Este mito de la segunda creación fue tomado de la página web Webislam:
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Estos indios afirman tener también una diosa Citlalicue la cual envió del cielo mil seiscientos hijos a una ciudad llamada Tetotihuacan, cerca de Tezcuco. Los cuales, tan luego como llegaron a dicha ciudad, perecieron. Luego, después de veinticinco años de que el mundo había sido creado y había quedado ya por todo este tiempo oscurecido, por la falta de sol, se juntaron tres dioses, Tezcatlipuca, Ehecatl y Citlalicue, diosa, los cuales acordaron hacer el sol que alumbrara la tierra.
En este tiempo había otro dios llamado Piltzintecutli y su mujer se llamaba Xochiquetzal, los cuales tenían un hijo llamado Xochipilli, y un otro, que no era suyo, pero lo criaban, que se llamaba Nanahuaton, cuyo padre se decía Itzpapalotl y la madre Cuzcamiauh, los cuales tomaban cuerpo y figura humana cuando bien les parecía. Cuando, pues, los dioses quisieron hacer el sol, todos estos juntos y otros más, hacían penitencia para poder merecer ser sol, ofrecían a los tres grandes dioses perlas preciosas, incienso y otras cosas muy ricas.
Mas Nanahuatl, como era pobre, no tenía nada para ofrecer, pero su sacrificio era picarse con una espina a menudo y ofrecía lo que podía haber, según su pobreza. Se juntó con sus hermanos e hizo un gran fuego delante de los dioses, los cuales le dijeron que se metiera, que él sería sol. Entonces, Nanahuaton se arrojó al fuego por arte mágica, en que él era bien sabio, y se fue entonces al infierno y de ahí trajo muchas piezas ricas y fue escogido por sol.

México - Mito Tezcocano - Creación


Los Tezcocanos son indígenas oriundos de Tezcoco, ubicado en la región oriente del Estado de México. Fue llamado la Atenas de Anahuac, por ser centro cultural importante. Tuvo un gran apogeo bajo el dominio del rey Nezahualcóyotl. Este mito de la segunda creación fue tomado de la página web Webislam:
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Después de la destrucción del mundo, cuentan la creación del segundo de esta manera:
Luego que las aguas pasaron encima de la tierra, en la cual ellos dicen no haber dejado cosa sin destruir, fue de nuevo ordenada y llena de todas las cosas que eran necesarias para el uso del hombre que los dioses crearon después.
Esta nueva creación atribuían los mexicanos al dios Tezcatlipuca y a otro llamado Ehecatl, aire, los cuales dicen haber hecho el cielo de esta suerte: Había una diosa llamada Tlalteutl, que es la misma tierra, la cual, según ellos, tenía figura de hombre: otros decían que era mujer. Por la boca de la cual entró un dios Tezcatlipuca y en su compañero llamado Ehecatl, entró por el ombligo, y ambos se juntaron en el corazón de la diosa que es el centro de la tierra, y habiéndose juntado, formaron el cielo muy bajo. Por lo cual los otros dioses muchos vinieron a ayudar a subirlo y una vez que fue puesto en alto, en donde ahora está, algunos de ellos quedaron sosteniéndolo para que no se caiga.
Lo que dicen haber sido hecho el primer día del año pero no saben cuánto ha que esto fue, aunque les parece que ha cien tiempos, de los que hemos dicho que hacen 102,000 años. El segundo año fueron hechas las estrellas por otros dioses, llamados Citlaltonac y Citlalicue su mujer.
La noche también dicen haber sido hecha por otros dioses, llamados Yoaltecutli y Yacohuiztli. El dios Tláloc, que es el dios de las aguas, hizo este mismo año el agua, la lluvia, y por quien dicen que el agua de la lluvia sale de los montes, nombran a estos Tlaloque, que quiere decir "señores". Mictlantecutli, es dios del infierno, fundó el infierno en el año octavo.
Todo esto hecho, deliberaron acerca de hacer al hombre que poseyera la tierra los dioses Tezcatlipuca y Ehecatl. En seguida el dicho Ehecatl descendió al infierno a buscar de Mictlantecutli ceniza de difuntos para hacer otros hombres. El cual dios del infierno entregó solamente un hueso de una vara, y tan luego como lo hubo entregado, se arrepintió mucho, pues esta era la cosa que más quería de todo cuanto tenía. Y por ello siguió a Ehecatl para quitarle el hueso, pero al huir Ehecatl se le cayó y se rompió, por lo cual, el hombre salió pequeño, pues ellos dicen que los hombres del primer mundo eran gigantes en grandor.
Él luego tomó el hueso y el resto de la ceniza y se metió en un apaztle, que quiere decir lebrillo, desde el cual llamó a todos los dioses para la creación del hombre primero. Los cuales juntos, se sacrificaron la lengua y así comenzaron el primer día de la creación del hombre, formándole el cuerpo, el cual se movió en seguida. Y el cuarto día estaban hechos el hombre y la mujer pero no quedaron en seguida grandes, sino según el curso natural. Luego que fueron hechos los nutrió un dios dicho Xolotl, que quiere decir gallo de indias, el cual los nutrió con pan molido, no con leche. El nombre de este primer hombre no lo saben, pero dicen que fue creado en una nueva cueva de Tamoanchan, en la provincia de Cuernavaca, que es Cuauhnahuac, en el Marquesado del Marqués del Valle.

martes, 5 de agosto de 2008

Perú - Mito Huarochiri - Diluvio



Se ofrece a continuación un mito sobre el diluvio, originario de la actual provincia de Huarochirí, en la sierra de Lima, Perú. Aparece en un Manuscrito quechua sin título recogido a fines del s. XVI por el sacerdote cuzqueño Francisco de Avila. El relato fue tomado de la página web de Dioses y Hombres de Huarochiri:
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En tiempos antiguos este mundo estuvo en peligro de desaparecer. Una llama macho que pastaba en una montaña con excelente yerba, sabía que la Madre Lago [el mar] había deseado y decidido desbordarse, y caer como catarata. Esta llama entristeció; se quejaba: "in, in", diciendo lloraba, y no comía. El dueño del llama, muy enojado, lo golpeó con una coronta de choclo:
- "Come, perro -le dijo-, tú descansas sobre la mejor yerba".
Entonces la llama, hablando como si fuera un hombre, le dijo:
- "Ten mucho en cuenta y recuerda lo que voy a decirte: ahora, de aquí a cinco días, el gran lago ha de llegar y todo el mundo acabará"
Así dijo, hablando. Y el dueño quedó espantado; le creyó.
- "Iremos a cualquier sitio para escapar. Vamos a la montaña Huillcacoto, allí hemos de salvarnos; lleven comida para cinco días", ordenó, dijo.
Y así, desde ese instante, el hombre se echó a caminar, llevando a su familia y al llama.
Cuando estaba a punto de llegar al cerro Huillcacoto, encontró que todos los animales estaban reunidos: el puma, el zorro, el huanaco, el cóndor, todas las especies de animales. Y apenas hubo llegado el hombre, el agua empezó a caer en cataratas; entonces allí, apretándose mucho, estuvieron hombres y animales de todas partes, en el cerro de Huillcacoto, en un pequeño espacio, sólo en la punta, hasta donde el agua no pudo alcanzar. Pero el agua logró tocar el extremo del rabo del zorro y lo mojó; por eso quedó ennegrecido.
Y cumplidos los cinco días, el agua empezó a descender, se secó; y la parte seca creció; el mar se retiró más, y retirándose y secándose mató a todos los hombres. Sólo ése de la montaña vivió y con él volvió a aumentar la gente, y por él existe el hombre hasta hoy. Y nosotros bendecimos esta narración ahora; los cristianos bendecimos ese tiempo del diluvio, tal como ellos narran y bendicen la forma en que pudieron salvarse, en la montaña Huillcacoto.

Perú - Mito Huarochiri - Creación


El siguiente mito relata el origen del dios Pariacaca, principal deidad de la actual provincia de Huarochirí, en la sierra de Lima, Perú. Se trata de una adaptación de Lizardo Tavera y fue tomada de la página web de Arqueología del Perú:
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Los hombres que vivían en aquellos tiempos no hacían otra cosa que guerrear y luchar entre sí, y reconocían como sus Curacas (gobernantes) sólo a los más valientes y a los ricos. A estos llamaros los purum runa.
En aquella época, Pariacaca nació de cinco huevos en el cerro Condorcoto. Un solo hombre, un pobre que se llamaba Huatiacuri, quien era, según se dice, hijo de Pariacaca, fue el primero en ver y saber de este nacimiento.
La gente de ese tiempo lo llamaba Huatiacuri, porque siendo muy pobre, se alimentaba solo con papas huatiadas.
Otro hombre llamado Tamtañamca era un poderoso y gran señor. Su casa estaba cubierta de alas de pájaro de plumas rojas y amarillas. Poseía llamas de todas las especies imaginables: amarillas, rojas, azules. Cuando la gente supo de su poder y virtud, llegaron de todas las comunidades para honrarlo y venerarlo. Y él, fingiendo ser un gran sabio (a pesar de sus conocimientos limitados), vivía engañando a mucha gente.
Fue así que Tamtañamca, que se fingía adivino y dios, contrajo una enfermedad muy grave. Mucho tiempo pasó y la gente se preguntaba cómo era posible que un sabio tan capaz estuviese enfermo.
Tamtañamca, que deseaba curarse, llamó a todos los sabios. Sin embargo, ninguno supo dar con la enfermedad que lo aquejaba. Huatiacuri venía desde el mar, y se quedo a dormir en un cerro llamado Latausaco.
Mientras tanto, un zorro que subía se encontró con otro que bajaba y le pregunto así:
- "Hermano, cómo está la situación arriba?,
- "Lo que está bien, está bien"- le contestó el otro, y prosiguió:
- "Aunque un Señor, un Huillca de Anchicocha, que finge ser un dios y gran sabio, está enfermo, por ello todos los adivinos tratan de dar con el origen de tan extraño mal".
El zorro que subía volvió a preguntar:
- "Y ¿cómo fue que se contagió con ese mal?",
Y el que bajaba le respondió:
- "Mientras su esposa tostaba maíz, saltó un grano de muchos colores, pero antes de tocar el piso tocó las verguenzas de ella, sin embargo, lo recogió y se lo dio a comer a otro hombre. Por eso ahora se le considera adúltera. Por esa culpa hay una serpiente que vive sobre la casa y se los está comiendo. Hay también un sapo de dos cabezas que vive bajo su batán. Y nadie sospecha que son estos quienes enferman a Tamtañamca".
Este gran Señor que estaba enfermo por haber fingido ser dios, tenía dos hijas. La mayor se había casado con un hombre muy rico de su Ayllu.
Entonces, Huatiacuri llegó donde se encontraba el Señor enfermo. Cuando estaba cerca le preguntó a todos si hubiese alguien en la comunidad que estuviese enfermo. La hija menor de Tamtañamca le respondió que su padre.
Huatiacuri le dijo:
- "Cásate conmigo y yo sanaré a tu padre
Pero ella no respondió enseguida la propuesta, fue y le contó a su padre que un pobre le había dicho que lo iba a sanar.
Los sabios que estaban allí, cuando escucharon sus palabras, se echaron a reír y dijeron:
-"¨Estaríamos nosotros aquí curándolo, si un pobre como éste fuese capaz de hacerlo?
Tamtañamca, sin embargo, deseaba ante toco sanar, he hizo llamar a Huatiacuri:
- "Que venga cualquiera que sea capaz de sanarme"
Huatiacuri entró y le dijo:
- "Si deseas voy a curarte, pero me tienes que dar a tu hija"
El otro, muy contento, aceptó. El esposo de la hija mayor de Tamtañamca, al oír eso, se puso furioso:
- "¿Cómo podré aceptar que la cuñada de un hombre tan poderoso como yo se case con semejante pobre?-.
Sin hacer caso a esos reclamos, Huatiacuri empezó con su labor:
- "Señor, tu mujer es adúltera, su culpa te ha hecho enfermar. En el techo de tu casa hay dos serpientes que te están comiendo, y también hay un sapo de dos cabezas debajo de tu batán. Tenemos que matarlos a todos para que te cures. En cuanto a ti, tu no eres un auténtico dios, porque si lo fueras no te habrías enfermado de esta manera"-
Al oír esto, Tamtañamca se asustó. En cambio su mujer gritó furiosa:
- "Este miserable me insultó sin motivo, yo no soy una adúltera".
Pero como el enfermo tenía muchas ganas de curarse, mandó que Huatiacuri hiciera lo que fuera necesario. Entonces sacaron a las dos serpientes y las mataron. Entonces Tamtañamca supo que Huatiacuri decía la verdad, y a la mujer no le quedó más que confesar su culpa. Luego levantaron el batán y el sapo de dos cabezas salió volando con rumbo a la quebrada de Anchicocha. Se cree que aún permanece ahí, escondido en un manantial, y cuando los hombres pasan por ese lugar, a veces desaparecen y otras veces enloquecen.
Luego de todo esto, Huatiacuri dijo haber cumplido con su labor, y el enfermó sanó. El día señalado, Huatiacuri viajó a Condorcoto, y ahí estaba Pariacaca, en forma de cinco huevos. Entonces el viento comenzó a soplar por primera vez, pues en tiempo anteriores, el viento nunca había soplado. El mismo día del viaje, Tamtañamca - ya sano- le entregó a su hija - conforme lo acordado -, luego emprendieron viaje. Mientras caminaban solos por un paraje cerca al cerro Condorcoto, pecaron. Cuando el esposo de la hija mayor de Tamtañamca se enteró de esto, desafió a Huatiacuri para vencerlo y cubrirlo de verguenza. Lo retó de la siguiente manera:
-"Vamos a competir en distintas pruebas, ¿cómo un miserable como tú te atreviste a casarte con la cuñada de un hombre tan poderoso como yo?.
Huatiacuri aceptó el reto, y fue a contarle a su padre Pariacaca (quien aún no nacía y seguía en forma de cinco huevos), todo lo sucedido.
- "Muy bien"- dijo Pariacaca -"cualquier cosa que te proponga, ven enseguida y cuéntamela, yo te aconsejaré"-.
He aquí la primera prueba: El hombre poderoso le propuso a Huatiacuri medir su resistencia bailando y bebiendo. Y por supuesto éste fue donde su padre (Pariacaca) a contárselo.
- "Anda a la otra montaña - le dijo Pariacaca - y transfórmate en un huanaco, échate fingiendo estar muerto. Muy temprano de mañana un zorro y su esposa irán a verte, ella traerá chicha en un poronguito y el traerá su tambor y su antara. Cuando te encuentre, creyendo que estás muerto te comerán. Pero antes que hagan esto, conviértete de nuevo en hombre y grita con todas tus fuerzas, ellos se asustarán tanto que saldrán huyendo olvidando sus cosas. Con ellas tu asistirás a la competencia".
Huatiacuri hizo todo lo que su padre le dijo. Al comenzar la competencia, el hombre rico fue el primero en bailar. Aproximadamente doscientas mujeres bailaron para él. Cuando le tocó el turno a Huatiacuri, él entró solo con su esposa a bailar, los dos solitos. Tocaron el tambor que le habían robado al zorro. Pero apenas empezaron, la tierra empezó a temblar. Así ganó en baile. Ahora tocaba beber. Huatiacuri y su esposa se sentaron en el lugar de honor, y todos los hombres presentes se fueron acercando, sirviéndole chicha, uno tras otro sin dejarlos respirar. Cuando le tocó a él servirles chicha a todos los presentes, Huatiacurí sacó el poronguito (el de la zorrina). Todos los presentes se echaron a reír y se burlaban diciendo que era muy pequeño para saciar a tanta gente. Pero apenas les fue sirviendo, uno a uno fueron cayeron sin sentido.
Como había vencido en esta prueba, al día siguiente, el hombre poderoso lo desafió nuevamente. Esta vez el reto consistía en vestirse con las más finas ropas. Nuevamente Huatiacuri fue a consultar con su padre. Pariacaca le dio un traje de nieve. Así venció a su rival deslumbrándolos a todos. Derrotado por segunda vez, ahora el desafío era atraer pumas. Huatiacuri pensó en atraerlos con poesía. Según las instrucciones de su padre, fue muy temprano a un manantial y tajo a un puma rojo. Cuando se puso a bailar con el puma rojo, en el cielo apareció el arco iris, y este es su origen.
Ahora el hombre rico y poderoso quiso competir construyendo una casa grande. Huatiacuri colocó solo los cimientos y pasó el resto del día paseando con su mujer. Pero, durante la noche, todas la aves y las serpientes, todas las que había en el mundo, fueron y construyeron la casa. A la mañana siguiente la casa estaba terminada, y el hombre rico y poderoso se asustó mucho. Desafió a Huatiacuri a una nueva competición: esta vez habían de techar las casas. Todos los huanacos y todas la vicuñas traían paja para el techo del hombre rico. Huatiacuri contrató un gato montes, que las asustó. De este modo ganó nuevamente.
Siguiendo el consejo de su padre, Huatiacuri le dijo al hombre rico:
- "Yo he aceptado todos tus desafíos y en todos te he vencido, ahora te toca a ti aceptar los desafíos que te proponga yo".
El hombre rico aceptó.
- "Ahora vamos a bailar vestidos con una cusma azul y huara de algodón blanco".
El hombre rico empezó a bailar, como siempre acostumbraba a hacer. Mientras tanto, Huatiacuri entró corriendo y gritando. El hombre rico se convirtió en venado y salió corriendo. Su esposa corrió detrás de él. Huatiacuri los persiguió, y alcanzó a la mujer en el camino de Anchicocha. La clavó de cabeza en la tierra y la convirtió en piedra. El hombre rico, que lo habían convertido en venado, subió al cerro y desapareció. Desde ese momento los venados son cazados para comer su carne.
Solo después de todo esto, Pariacaca y sus hermanos salieron de los cinco huevos, convertidos en cinco halcones. Al tocar tierra tomaron forma de hombres y empezaron a caminar. Al enterarse de cómo se había portado la gente de esa época y cómo Tamtañamca, fingiendo ser un dios, se había hecho adorar, se enojaron mucho. Se convirtieron en lluvia, arrazando con todas las casa y las llamas hasta el mar, sin dejar que nadie se salve.
Después de cumplir con su castigo, Pariacaca subió al cerro que hoy lleva su nombre.

Perú - Mito Huarochiri - Constelación


A continuación presentamos el mito de Yacana, que surgió en la provincia de Huarochirí, en la sierra de Lima, Perú, en la que se cuenta el origen de la constelación de la Llama y la importancia que tiene para sus pobladores. Se trata de una adaptación de Lizardo Tavera y fue tomada de la página web de Arqueología del Perú:
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La constelación que llamamos Yacana, es el camac de las llamas, o sea su fuerza vital, el alma que las hace vivir. Yacana camina por un grán río (la Vía Láctea). En su recorrido se pone cada vez más negra. Tiene dos ojos y un cuello muy largo. Se cuenta que Yacana acostumbraba beber agua de cualquier manantial, y si se posaba encima de alguien le transmitia mucha suerte. Mientras este hombre se encontraba aplastado por la enorme cantidad de lana de Yacana, otros hombres le arrancaban la fibra. Todo esto ocurría siempre de noche.
Al amanecer del día siguiente se veía la lana que habían arrancado la noche anterior. Esta era de color azul, blanca, negra, parda, las había de toda clase, todas mezcladas. Si el hombre afortunado no tenía llamas, rápidamente compraba algunas y luego adoraba la lana de la Yacana en el lugar donde la habían arrancado. Tenía que comprar una llama hembra y otra llama macho, y sólo a partir de estas dos podía llegar a tener dos mil o tres mil. Esta era la suerte que la Yacana confería a quienes se posaba encima de ellos. En tiempos muy antiguos, esto le ocurrió a muchas personas en muchos lugares. A la media noche y sin que nadie lo sepa, la Yacana bebe toda el agua del mar, porque de no hacerlo, el mar inundaría al mundo entero.
Yutu (la perdíz) es una constelación pequeña que aparece antes que la Yacana. Según cuenta la tradición, la Yacana tiene un hijo que cuando mama, ésta se despierta. Tambien hay tres estrellas que caminan juntas y en línea recta. A éstas les han puesto los nombres de Kuntur (cóndor), Suyuntuy (gallinazo) y Huamán (halcón). Cuando aparecen estas estrellas más brillantes que antes, ese año será bueno para el cultivo. Si en cambio aparecen poco brillantes, ése será un mal año, con mucho sufrimiento.