El grupo Kogi se asentó en la costa caribe de Colombia, en las vertientes norte y sur de la Sierra Nevada de Santa Marta, cuyos picos se elevan a casi 6.000 metros sobre el nivel del mar. Actualmente su población es aproximadamente de 5.000 personas. Su lengua pertenece a la familia lingüística chibcha que guardan parentesco con los antiguos Tayronas y habitan en el resguardo Arhuaco, compartido con otras comunidades. Este mito que transcribimos fue adaptado de la obra Los Kogi de Sierra Nevada, de Gerardo Reichel-Dolmatoff:
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En un principio, no había orden universal. El sol vagaba por el cielo sin curso fijo; los muertos eran visibles materialmente y regresaban a la tierra para causar daños; las hormigas y aves destrozaban los sembrados sin que nadie lo pudiera impedir.
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En un principio, no había orden universal. El sol vagaba por el cielo sin curso fijo; los muertos eran visibles materialmente y regresaban a la tierra para causar daños; las hormigas y aves destrozaban los sembrados sin que nadie lo pudiera impedir.
Entonces, de acuerdo con la Madre Universal, la misma naturaleza se dirigió al hombre y le indicó cómo debía tratarla. El sol dijo: 'Quiero que me canten y que me den comida. Si no, les voy a quemar la tierra'. Las hormigas dijeron: 'Queremos que nos canten. Si nadie nos canta, les vamos a dañar los sembrados'. Los muertos pidieron que se les hicieran ofrendas e indicaron en detalle el modo como se les debía enterrar.
Así hablaban todos y de esta manera la Madre hizo la 'ley' para que no vuelva el desorden universal y con él el 'Fin del Mundo'. Todos ellos temen que 'la ley se pierda', que 'la luz se apague' y que nuevas generaciones ya no sepan cantar, ni bailar, ni hacer las ofrendas en su debida forma.
Cada aguacero, cada cosecha perdida, cada enfermedad significa que el grupo o el individuo no cumplió con su deber. Las malas cosechas aumentan, las tierras se agotan y las enfermedades se hacen más y más sensibles. Es un gran espejo en el cual se mira la cultura pero se refleja el individuo.
Hay dos modos de ver las cosas. Uno puede mirar un árbol y uno ve un árbol. Luego uno puede mirar el mismo árbol pero uno no ve un árbol sino uno ve una culebra.
Hay dos modos de ver las cosas. Uno puede mirar un árbol y uno ve un árbol. Luego uno puede mirar el mismo árbol pero uno no ve un árbol sino uno ve una culebra.
1 comentario:
lindo texto, casi que refgleja la situaciòn actual del mundo y del universo y de los seres que habitamos este planeta... buena enseñanza!!
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