El grupo Kogi se asentó en la costa caribe de Colombia, en las vertientes norte y sur de la Sierra Nevada de Santa Marta, cuyos picos se elevan a casi 6.000 metros sobre el nivel del mar. Actualmente su población es aproximadamente de 5.000 personas. Su lengua pertenece a la familia lingüística chibcha que guardan parentesco con los antiguos Tayronas y habitan en el resguardo Arhuaco, compartido con otras comunidades. Este mito que transcribimos fue tomado de la obra Los Kogi de Sierra Nevada, de Gerardo Reichel-Dolmatoff:
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Sintána, el primer hombre, vivía en la playa del mar. Pero no tenía fuego. Entonces pidió a la Madre que le diera fuego para preparar su comida, pero la Madre dijo: 'No te daré fuego porque
hace daño'. Entonces Sintána pidió otra vez a la Madre y dijo: 'Madre, dame fuego'. Pero la Madre contestó: 'No te lo daré'. Por fin, cuando Sintána le pidió otra vez, la Madre parió un niño. Lo llamó Guxtsé-Fuego.
Sintána había subido de la playa hacia la montaña. Allá encontró muchos árboles pero no encontró comida. Encontró mucha piedra pero no encontró fuego. Algunas piedras finas tenían algo de fuego y también algunos árboles pero no era buen fuego. Entonces Sintána estaba con mucha hambre. Quiso comer pero el árbol de guayabo le dijo: 'No me comas; yo no te sirvo'. La macana dijo: 'No me comas; tengo espinas'.
Entonces bajó Guxtsé a la tierra. A donde pisaba se quemó el monte. Entonces Guxtsé cogió su arco y sus flechas y disparó hacia el Norte, el Este, el Sur y el Oeste. A donde cayeron sus flechas allá hubo fuego. Entonces Guxtsé se fue otra vez y se subió a donde la Madre y se quedó con ella.
Sintána, el primer hombre, vivía en la playa del mar. Pero no tenía fuego. Entonces pidió a la Madre que le diera fuego para preparar su comida, pero la Madre dijo: 'No te daré fuego porque
hace daño'. Entonces Sintána pidió otra vez a la Madre y dijo: 'Madre, dame fuego'. Pero la Madre contestó: 'No te lo daré'. Por fin, cuando Sintána le pidió otra vez, la Madre parió un niño. Lo llamó Guxtsé-Fuego.
Sintána había subido de la playa hacia la montaña. Allá encontró muchos árboles pero no encontró comida. Encontró mucha piedra pero no encontró fuego. Algunas piedras finas tenían algo de fuego y también algunos árboles pero no era buen fuego. Entonces Sintána estaba con mucha hambre. Quiso comer pero el árbol de guayabo le dijo: 'No me comas; yo no te sirvo'. La macana dijo: 'No me comas; tengo espinas'.
Entonces bajó Guxtsé a la tierra. A donde pisaba se quemó el monte. Entonces Guxtsé cogió su arco y sus flechas y disparó hacia el Norte, el Este, el Sur y el Oeste. A donde cayeron sus flechas allá hubo fuego. Entonces Guxtsé se fue otra vez y se subió a donde la Madre y se quedó con ella.
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Complementamos esta historia con el video Kogi-Hopi Dreams que recoge imágenes de la comunidad Kogi y su entorno. Se trata de una producción de Luis Mejía y Eric Dez.
2 comentarios:
muy bien profesor gracias por de cierta forma tratar de conservar esta riqueza literaria que tiene nuestro país un saludo desde valledupar
Jonathan Murcia.
Hola!
Estoy haciendo una investigacion sobre la relacion que tienen las creencias indigenas en la religiosidad popular. Especialmente con la tradiccion de la noche de las velitas el 7 de diciembre, ya que Colombia es el unico pais que tiene esta tradiccion. Asi que comenze con los mitos del fuego, relacionados con imagenes de mujeres. Pero este me dejo en suspenso, me gustaria saber el final.
Muchas gracias
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