Los Chibchas o Muiscas, son un pueblo amerindio perteneciente a la familia lingüística chibcha que habitaron las riberas del río Magdalena, cerca de Bogotá, Colombia. En el pasado ocupaban parte de la actual Panamá y los altiplanos de la cordillera Oriental de Colombia. Este mito chibcha sobre la creación de la vida y la luz por obra de Nemequene lo hemos recogido del libro Latinoamerica Indígena, de Carlos Alzate:
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En el comienzo era la oscuridad. Todo estaba sumido en las tinieblas. La tierra era blanda y fría y nada crecía en ella. No había ni plantas, ni animales, ni belleza. Todo era desolación. No había hombres. Los únicos seres vivos sobre la tierra eran el dios Nemequene, su mujer y su hijo.
Nemequene quiso crear la vida y la belleza sobre la faz de la tierra. Así, tomando un poco de barro blando y frío modeló las figuras de los hombres y de los animales. Trabajó muchos días en su obra, pero los muñecos que hacía no tenían vida. No podían moverse ni respirar. Pasaron años y más años, y todavía no había sobre la tierra más que Nemequene y su familia.
Por último Nemequene llamó a su hijo y lo envió al cielo para que iluminara la tierra. El hijo de Nemequene llegó al cielo y se convirtió en Súa, el sol, para iluminar de pronto el mundo oscuro. Los brillantes rayos de Súa inundaron la tierra. El frío barro se calentó. Comenzaron a crecer hierbas, árboles y plantas. En donde antes había habido desolación, hubo lozanía y verdor. Comenzó a correr el agua, formando ríos y lagos.
Y el cálido sol puso vida en los muñecos de barro que Nemequene había hecho. Algunos de ellos se convirtieron en pájaros, que volaron y anidaron en los árboles de los bosques; otros se convirtieron en peces, que nadaron por las aguas; otros se convirtieron en animales y. otros en seres humanos.
Sin embargo, las gentes creadas por Nemequene no eran del todo felices, pues la luz y el calor que Súa les prodigaba les llegaban solamente algunas horas. Cada noche, mientras Súa descansaba, volvía a reinar la oscuridad. Entonces las gentes acudieron a Nemequene y le pidieron ayuda.
Nemequene amaba a los seres que había creado y quería ayudarlos. De manera que subió al cielo y se convirtió en Chía, la luna. Así compartió la tarea de iluminar el mundo con su hijo Súa. Súa derramaba sus rayos de luz sobre la tierra de día, y Chía de noche. Desde entonces, las gentes creadas por Nemequene quedaron contentas, y nunca olvidaron de darle las gracias.
Además celebraban fiestas en honor de Súa y de Chía y a veces dedicaban sus hijos al sol y a la luna llamando a tales niños "Suachias" antes de darles nombres propios.
Así fue como se produjo la vida en el mundo, según lo recuerdan los chibchas, es decir, el pueblo de Nemequene.
7 comentarios:
Caro Colega Juan Carlos Alonso,
Considero a iniciativa de um Blog sobre Mitos Latinoamerica como da maior importancia para a busca de uma identidade latinoamericana, sob o ponto de vista junguiano. Minhas congratulações,
Walter Boechat
boechatw@uol.com.br
Associação Junguiana do Brasil
Rio de Janeiro
Hola! Oye que gran iniciativa, me encanta, te cuento que estoy escribiendo cuentos infantiles que rescaten las historias ancestrales y me gustaría incluiar algunos datos que tienes en tu blog
Podrías escribirme al sigueinte correo marielaibarra28@gmail.com muchas gracias y muchas suerte!
Sería importante que se documentara un poco más sobre el mito de la creación chibcha, específicamente el de la localización a la que hace referencia, puesto que la fuente consultada confunde y genera unas adjetivaciones al mito real del “glorioso” pueblo Muisca y sus hermanos lingüísticos los Guanes.
Que nostálgico se sentiría Pbro. Isaías Ardila Díaz, Otero D´Costa, Aguado, Fray Simón (Certisíma), etc.
Adicionalmente la foto… No hay relación.
Loable horizonte de sentido y adelante con la idea. A resignificar el pasado.
sua y chia son los mismos raquira y ramiriqui......en la mitologia chibcha.
alguien me puede ayudar necesito esta lectura pero animada...
necesito un dibujo relacio
nado con el mito porfavor
alguien me puede ayudar necesito un dibujo representativo al mito
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