Los Mapuches han ocupado zonas de Chile y en Argentina en las Provincias de Neuquén y Río Negro. A la llegada de los conquistadores, superaban el millón de personas y nunca pudieron ser dominados por los españoles. Actualmente hay un movimiento de recuperación de sus aspectos culturales, su reconocimiento como etnia y de recuperación de sus tierras. La historia que acá se relata sobre el Ánima y la Muerte es tomada de la página web de Wikipedia.
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La etnia Mapuche representa al mudo con una forma como de naranja, de la cual solo la mitad se puede apreciar por quienes viven en este mundo. Puede resumirse de la forma siguiente:
- En el plano vertical (espiritual): Tanto la humanidad (che), como los espíritus de los antepasados, Pillán, participan de los dos mundos, manteniendo un equilibrio dinámico entre el bien y el mal. El mundo donde vive el hombre es llamado Mapu, y sobre este, el Ankawenu (cielo). Son tres las dimensiones que, interrelacionadas, conforman la estructura del universo Mapuche en el plano vertical:
- En el plano vertical (espiritual): Tanto la humanidad (che), como los espíritus de los antepasados, Pillán, participan de los dos mundos, manteniendo un equilibrio dinámico entre el bien y el mal. El mundo donde vive el hombre es llamado Mapu, y sobre este, el Ankawenu (cielo). Son tres las dimensiones que, interrelacionadas, conforman la estructura del universo Mapuche en el plano vertical:
Wenu Mapu: En el extremo superior de la Nag Mapu está la Wenu Mapu, la tierra de arriba, espacio sagrado e invisible donde habitan la familia divina, los espíritus del bien y los antepasados mapuche.
Nag Mapu: Se denomina así a la tierra central, también conocida como "la tierra que andamos", aquel espacio visible que es habitado por los hombres y la naturaleza.
Miñcge Mapu: En el extremo inferior de la Nag Mapu, está la Miñche Mapu, la tierra de abajo, donde se encuentra la fuerza del mal o espíritus malignos.
- En el plano horizontal (terrenal o Nag Mapu)
Al conjunto de relaciones espaciales y particularidades territoriales del mundo Mapuche en el plano del Nag Mapu, se le denomina Meli Witran Mapu.
Corresponde a la manera de entender la tierra pengei (visible) que habita el mapuche organizada a partir de los meli zuam (cuatro lados de la tierra), lados que definen particulares modos de vida a partir de la manera en que el Mapuche se relaciona en cada uno de ellos con la naturaleza y el medio que los rodea. Como puntos cardinales quedaría definido el mapu como: Este (Pwel Mapu): Lugar de los dioses, los espíritus benéficos, los antepasados, rogativa a los dioses, la ayuda divina.
Norte (Pikun Mapu): Lugar de Mala suerte.
Oeste (Lafken Mapu o Nau Mapu): Lugar de los espíritus del mal.
Sur (Willi Mapu): Lugar de Buena suerte.
Igualmente, es por ello que, en el aspecto ritual, la religiosidad mapuche no se expresa por medio de templos u otras construcciones con carácter de sacralidad. Al contrario, se traduce en un íntimo contacto con la naturaleza, los Ngen, y la tierra representada en la Ñuke Mapu. Por lo tanto un claro en el bosque, rodeado por árboles (ojalá canelos) y purificado a través de bailes rituales, se covierte en el templo más sagrado. La sola construcción que admiten es el rewe, un tronco de canelo en el que han sido labrados unos altos peldaños que permiten al oficiante, el Machi, el Ngenpin, subir a su ápice.
La cosmogonía mapuche ubica el origen de los mapuches en el mapu. Se dice que, antes de poblar la tierra, los espíritus miraban desde arriba y veían todo desierto, hasta que les fue permitido enriquecerla con innumerables formas distintas, hechas con el material de las nubes; luego bajaron los hombres del cielo, conociendo el lenguaje de la naturaleza, y trajeron el idioma mapuche, que es el mismo que se habla en el cielo. Los espíritus les prometieron que los harían regresar en el futuro.
Nag Mapu: Se denomina así a la tierra central, también conocida como "la tierra que andamos", aquel espacio visible que es habitado por los hombres y la naturaleza.
Miñcge Mapu: En el extremo inferior de la Nag Mapu, está la Miñche Mapu, la tierra de abajo, donde se encuentra la fuerza del mal o espíritus malignos.
- En el plano horizontal (terrenal o Nag Mapu)
Al conjunto de relaciones espaciales y particularidades territoriales del mundo Mapuche en el plano del Nag Mapu, se le denomina Meli Witran Mapu.
Corresponde a la manera de entender la tierra pengei (visible) que habita el mapuche organizada a partir de los meli zuam (cuatro lados de la tierra), lados que definen particulares modos de vida a partir de la manera en que el Mapuche se relaciona en cada uno de ellos con la naturaleza y el medio que los rodea. Como puntos cardinales quedaría definido el mapu como: Este (Pwel Mapu): Lugar de los dioses, los espíritus benéficos, los antepasados, rogativa a los dioses, la ayuda divina.
Norte (Pikun Mapu): Lugar de Mala suerte.
Oeste (Lafken Mapu o Nau Mapu): Lugar de los espíritus del mal.
Sur (Willi Mapu): Lugar de Buena suerte.
Igualmente, es por ello que, en el aspecto ritual, la religiosidad mapuche no se expresa por medio de templos u otras construcciones con carácter de sacralidad. Al contrario, se traduce en un íntimo contacto con la naturaleza, los Ngen, y la tierra representada en la Ñuke Mapu. Por lo tanto un claro en el bosque, rodeado por árboles (ojalá canelos) y purificado a través de bailes rituales, se covierte en el templo más sagrado. La sola construcción que admiten es el rewe, un tronco de canelo en el que han sido labrados unos altos peldaños que permiten al oficiante, el Machi, el Ngenpin, subir a su ápice.
La cosmogonía mapuche ubica el origen de los mapuches en el mapu. Se dice que, antes de poblar la tierra, los espíritus miraban desde arriba y veían todo desierto, hasta que les fue permitido enriquecerla con innumerables formas distintas, hechas con el material de las nubes; luego bajaron los hombres del cielo, conociendo el lenguaje de la naturaleza, y trajeron el idioma mapuche, que es el mismo que se habla en el cielo. Los espíritus les prometieron que los harían regresar en el futuro.
Un predicador blanco en el antiguo Chile
ResponderEliminarEl padre Diego de Rosales habla de una tradición que había entre los antiguos habitantes de Chile de un personaje maravilloso que les vino a visitar. El padre Rosales relata que cuando el conquistador Pedro de Valdivia pidió a los caciques que le dieron la bienvenida que le ayudasen para levantar allí, en el valle del Mapocho, una casa de oración para el culto al verdadero Dios. Los caciques le respondieron lo siguiente:
"Que ya tenían noticia de que había un Dios que habitaba en los cielos. Porque habían oído decir a sus antepasados, que antiguamente había estado un hombre maravilloso en esta sierra, con barba crecida, y con ojotas calzadas, y manto al modo que ellos traían sus mantas, sobre los hombros; el cual hacía muchos milagros, sanaba enfermos con agua, hacía llover, y crecer las plantas, y los sembrados, y con un soplo hacía encender fuego, y otras maravillas, sanando de repente a los enfermos, y dando vista los ciegos. Y en la lengua de esta tierra hablaba con tanta propiedad y elegancia como si siempre hubiera estado en ella, con palabras muy dulces y nuevas para ellos, diciéndoles que en lo alto de los cielos estaba el Creador de todas las cosas, y que tenía consigo mucha cantidad de hombres y mujeres, que resplandecían como el sol, y que a poco tiempo se fue al Perú [...]. Por donde se infiere que este varón era algún apóstol, cuyo nombre no saben. Quedó admirado Valdivia de esta relación, y conociendo que Dios le tomaba a él por instrumento, para volver a plantar la fe que el santo Apóstol había predicado en este Reino, y perdídose la noticia de ella por la injuria de los tiempos, o por los pecados de sus habitadores".
http://casmar.blogspot.es